Chavez... asi cualquiera!

Mi buen amigo, Eduardo Bertoni, ex relator de la OEA para la libertad de expresion ha escrito un excelente articulo en el "Miami Herald" sobre las licencias expresivas del presidente Hugo Chávez durante su reciente visita a la ONU.

En el articulo, Eduardo nos cuenta que el codigo penal venezolano prevé sanciones serias para quienes con sus opiniones "ofenden" o "irrespetan" al presidente de la república. Haciendo un poco de investigacion, este es -a la letra- el texto del codigo penal:

"Artículo 148.- El que ofendiere de palabra o por escrito, o de cualquier otra manera irrespetare al Presidente de la República o a quien este haciendo sus veces, será castigado con prisión de seis a treinta meses, si la ofensa fuere grave y con la mitad de esta pena, si fuere leve.

"La pena se aumentará en una tercera parte si la ofensa se hubiere hecho públicamente."

De modo, pues, que si alguien en Venezuela se atreve a llamar al sr. Chavez en un discurso público "diablo", "ladrón de siete suelas" o "lacayo" -para usar algunos de los adjetivos usados por Chávez para describir a algunos de sus pares- arriesga la friolera de 40 meses en la cárcel.

Como no hay ley para prohibirle al presidente insultar a otros presidentes, el sr. Chávez goza de una situación envidiable. Así cualquiera es valiente!

Otro caro amigo, Gustavo Faverón, ha reflexionado sobre el efecto de las declaraciones de Chávez en EEUU, y no puedo más que sumarme a su opinión: lo único que ha logrado el colorido líder caribeño con su discurso ha sido aumentar la popularidad del presidente Bush y hacer que un sector de la opinión pública de este país vea a Venezuela como una curiosa mezcla de república bananera y dictadura peligrosa.

Vaya personaje. No habiéndole bastado promover indirectamente la candidatura del sr. García a la presidencia del Perú, interviene ahora justo a tiempo para salvarle la vida a Bush, cuando este se enfrenta a la dura prueba de las elecciones legislativas de Noviembre. Y no sólo eso: Chávez hace uso de la tribuna que le presta la ONU para una provocación inútil justo cuando los sectores más retardatarios de la política estadounidense están empezando una campaña concertada para acabar con todo tipo de relación entre los EEUU y la ONU.

Así pues, me parece a mí, estamos frente a un claro caso de provocación ventajera y contraproducente. ¿Qué resultado puede esperarse de tal forma de hacer política?